Postula a la importancia de la educación, es el capital
cultural heredado, específicamente a la reproducción social y cultural que elaboran las
bases educativas de esta teoría, cuya clave del éxito esta en la escuela.
Se adjudican
funciones o roles a los diferentes ejes, directores de la reproducción en
cuanto a al educación.
Escuela: función
cultural e ideológica.
Profesor: función
inculcadora.
Bourdieu postula que la
escuela enseña una cultura de un grupo social determinado que ocupa una
posición de poder en al estructura social; a la que se reproduce a través de
una acción pedagógica, las que tienden siempre a reproducir la estructura de la
distribución del capital cultural ante esos grupos de clase, contribuyendo a la
reproducción de la estructura social.
Deberá existir un
régimen que nos imponga su capital cultura, que muchas veces hereda de
generación en generación hasta que genere una crisis que en definitiva cambia
el sistema económico y social por otro, muchas veces mejor.
POST
ESTRUCTURALISMO
Rama contemporánea de la teoría de la crítica, especialmente
desarrollada en Francia, su relación con el estructuralismo ha sido objeto de
un intenso debate y podría definirse como derivado del estructuralismo o como
su antítesis.
Afirmó que el estructuralismo se le considera limitado
a los planteamientos antropológicos, trata de superar la tendencia,
aparentemente endémica en el pensamiento humano, de contemplar la realidad como
la unión de dos puntos.
Se basa en la práctica
y en la experiencia, Makarenko, afirma que el niño no es bueno ni malo
por naturaleza sino que es por la educación la que decide este aspecto en
última instancia.
Makarenko basó
su pedagogía en los puntos principales: la creación de la conciencia de grupo y
del trabajo productivo.
PLANTEAMIENTOS
MÁS IMPORTANTES
Øel estado tiene la obligación
de dirigir la vida de las personas.
Øla educación no esta al
servicio de la individualidad, sino pensaba para la colectividad.
Øla educación esta al servicio
del trabajo
Ødisciplina militar
Øel castigo ejerce presión
grupal y haciendo participar en tareas conductistas.
La psicología humanista de Maslow esta enraizada en el existencialismo,
que concibe al hombre como "un ser en el mundo" consciente de su
propia existencia. Sus principios existencialistas sobre las teorías de Maslow
son tres:
1.La
Libertad: El humano es un agente consciente, que experimenta, decide, y escoge sus
acciones.
2.Devenir: Es el
concepto más relevante desde el punto de vista de Maslow, ya que el ser humano
siempre está en devenir, en consecuencia depende de ella, como agente libre,
realizar todo en cuanto sea posible sus potencialidades y así lograr
una vida autentica.
3.Experiencia
humana: El humanismo enfatiza el modo en que la consciencia, los
sentimientos y emociones subjetivas, y las experiencias personales, se
relacionan en la propia existencia.
Psicólogo humanista, defiende que los seres humanos poseen
una naturaleza buena y hay que dejar que se desarrollen al ritmo de sus
necesidades. Las personas experimentan dos tipos de necesidades fundamentales:
de carencia y de crecimiento.
Las
necesidades fisiológicas son las que determinan el comportamiento mientras no
son satisfechas. Su deficiencia impide el crecimiento y desarrollo personal.
Maslow estableció una jerarquía de
las necesidades, que difieren en orden de prioridad. Las más bajas de la
jerarquía, aparecen antes en el desarrollo del individuo, y son satisfechas
secuencialmente en sentido ascendente (es decir, desde las inferiores a las
superiores).
Necesidades fisiológicas básicas.
Son necesidades fisiológicas básicas
para mantener la homeostasis, dentro de estas se incluyen:
·Necesidad de respirar
·Necesidad de beber agua
·Necesidad de dormir
·Necesidad de regular la homeostasis (ausencia de enfermedad)
·Necesidad de comer
·Necesidad de liberar desechos corporales
·Necesidad sexual
·Necesidad de tener dinero...
Seguridad.3
Surgen de la necesidad de que la persona se sienta segura
y protegida. Dentro de ellas se encuentran:
·Seguridad física
·Seguridad de empleo
·Seguridad de ingresos y recursos
·Seguridad moral y fisiológica
·Seguridad familiar
·Seguridad de salud
·Seguridad contra el crimen de la propiedad personal
·Seguridad de autoestima
Afiliación.
Están relacionadas con el desarrollo afectivo del individuo,
son las necesidades de asociación, participación y aceptación. En el grupo
de trabajo, entre estas se encuentran: la amistad, el afecto y el
amor. Se satisfacen mediante las funciones de servicios y prestaciones que
incluyen actividades deportivas, culturales y recreativas.
Reconocimiento.
Se refieren a la manera en que se reconoce el trabajo del personal,
se relaciona con la autoestima.
Autorrealización.
Son las más elevadas, se hallan en la cima de la jerarquía, a
través de su satisfacción personal, encuentran un sentido a la vida
mediante el desarrollo de su potencial en una actividad.
El concepto de «psicoanálisis»
designa, por una parte, aquel modelo teórico descriptivo y explicativo de los
mecanismos, procesos y fenómenos implicados en la vida anímica humana. Se basó
en el tratamiento clínico de pacientes que presentan neurosis, fobias y
diversos padecimientos psíquicos. 1
El
psicoanálisis permite que, a través de la libre asociación permita que el
analizarte reciba la consigna de decir libremente todo lo que se le ocurra,
incluso algunos que juzgue inútil, inadecuado, solo se le exige no omitir
ningún pensamiento aunque sea vergonzoso y penoso. El resultado será la reconstrucción
de la historia del sujeto a través de sus recursos reprimidos, lo que permite
una desaparición de síntomas.2
El
psicoanálisis también permite que a
través se enfrente con dos problemas la resistencia y la transferencia. La
experiencia se convierte en la expresión de la transferencia.2
Freud hace una formulación topográfica del psiquismo e
incluye en él tres sistemas: uno consciente; otro pre consciente, cuyos
contenidos pueden pasar al anterior; y otro inconsciente. Más tarde presenta
una nueva formulación del aparato psíquico que complementa a la anterior. En
esta formulación estructural el aparato psíquico está formado por tres
instancias: el ello, instancia inconsciente que contiene todas las pulsiones y
se rige por el denominado principio de placer; el yo, que tiene contenidos en
su mayoría conscientes, pero puede contener también aspectos inconscientes, se
rige por el principio de realidad y actúa como intermediario entre el ello y la
otra instancia del aparato psíquico.
Sigmund Freud
desarrolla la influencia teoría del desarrollo psicosexual, esta teoría divide el
desarrollo del individuo en cinco fases diferentes que se producen durante toda
la vida. Freud creía que cada etapa debía ser superada con éxito porque de lo contrario el individuo quedaría
obsesionado con cada fase y esto generaría conflictos a lo largo de la vida.
Fase oral
La fase
oral comienza con el nacimiento y continúa durante los primeros 18 meses de
vida. Esta primera etapa del desarrollo se caracteriza por los aspectos físicos
de succión, que abarcan la boca, la lengua y los labios. En esta fase de la
vida, la succión equivale a la alimentación y la comodidad. Los individuos que
no superan esta etapa tendrán fijación oral y serán propensos a comer en
exceso, a al bebida alcohólica, al cigarrillo o a comerse las uñas.
Fase anal
La fase
anal del desarrollo se produce entre los 18 meses y los tres años de edad. se
centra en la necesidad de control intestinal, la fijación de esta etapa puede
conducir la personalidades anales retentivas, si los padres fueran demasiados
estrictos u obsesivos con la limpieza o el orden, o personalidades anales explosivas, si los
padres no fueran estrictos, sino descuidado y desordenados.
Fase fálica
Comienza
con los 3 años y se extiende hasta los seis años, la atención el niño se centra
en los genitales, especialmente en el pene.
Los niños y las niñas se preguntan porque las mujeres no tienen pene. A
lo largo de esta etapa los hombres comienzan a experimentar sentimientos
sexuales hacia sus madres; ven a sus padres como competidores y temen ser
castrados, proceso que resulta en el complejo de Edipo. Luego las niñas se
identifican con sus padres y reprimen los sentimientos hacia sus madres para
dejar atrás la fase. La obsesión es esta fase
genital, puede conducir a la deviación sexual o a la identificación con
identidades sexuales débiles y confusas.
Fase de
latencia
Se
desarrolla entre los 6 años y el inicio de la pubertad. Esta fase no es de
hecho una etapa dentro del desarrollo psicosexual de individuo, a diferencia de
otras. Por el contrario, es un periodo de inactividad, durante el cual los
niños por lo general juegan con los niños de su mismo sexo. Los impulsos
sexuales del individuo permanecen reprimidos a lo largo de esta fase, desde el
punto de vista de Freud.
Fase genital
Se
desarrolla después del comienzo de la pubertad. Una vez más, el centro de
atención recae en los genitales. Si el progresó con éxito las fases anteriores,
serian capaz de entablar relaciones heterosexuales satisfactorias, según las
teorías de Freud. Sin embargo, si el individuo permanece obsesionado con las fases
anteriores, sobre todo la etapa fálica, tendrá problemas para establecer
relaciones saludables, desde el punto de vista de Freud. Quienes alcanzan la etapa genital se convierten en
individuos adaptados y equilibrados.
Elaboró una Teoría del
desarrollo de la personalidad a la que denominó "Teoría
psicosocial". En ella describe ocho etapas del ciclo vital o estadios
psicosociales (crisis o conflictos en el desarrollo de la vida, a las que han
de enfrentarse las personas).
1.Confianza
básica vs. desconfianza.
(Desde el nacimiento
hasta aproximadamente los 18 meses). Es la sensación física de confianza. El
bebe recibe el calor del cuerpo de la madre y sus cuidados amorosos. Se
desarrolla el vínculo que será la base de sus futuras relaciones con otras
personas importantes; es receptivo a los estímulos ambientales es por ello
sensible y vulnerable, a las experiencias de frustración son las experiencias
más tempranas que proveen aceptación, seguridad, y satisfacción emocional y
están en la base de nuestro desarrollo de individualidad. Depende entonces del
sentimiento de confianza que tengan los padres en sí mismos y en los demás, el
que lo puedan reflejar en sus hijos.
2.Autonomía
vs. vergüenza y duda
(Desde los 18 meses hasta los 3
años aproximadamente). Esta etapa está ligada al desarrollo muscular y de
control de las eliminaciones del cuerpo. Este desarrollo es lento y progresivo
y no siempre es consistente y estable por ello el bebe pasa por momentos de
vergüenza y duda. El bebe inicia a controlar una creciente sensación de
afirmación de la propia voluntad de un yo naciente, se afirma muchas veces
oponiéndose a los demás. El niño empieza a experimentar su propia voluntad
autónoma experimentando fuerzas impulsivas que se establecen en diversas formas
en la conducta del niño, y se dan oscilando entre la cooperación y la
terquedad, las actitudes de los padres y su propio sentimiento de autonomía son
fundamentales en el desarrollo de la autonomía del niño. 1
3.Iniciativa
vs. culpa
(Desde los 3 hasta los 5
años aproximadamente). La tercera etapa de la Iniciativa se da en la edad del
juego, el niño desarrolla actividad, imaginación y es más enérgico y locuaz,
aprende a moverse más libre y violentamente, su conocimiento del lenguaje se
perfecciona, comprende mejor y hace preguntas constantemente; lo que le permite
expandir su imaginación. Todo esto le permite adquirir un sentimiento de
iniciativa que constituye la base realista de un sentido de ambición y de
propósito. Se da una crisis que se resuelve con un incremento de su sensación
de ser él mismo. Es más activo y está provisto de un cierto excedente de
energía, es posible ocuparse de qué es lo que se puede hacer con la acción;
descubre lo que puede hacer junto con lo que es capaz de hacer.
4.Laboriosidad
vs. inferioridad
(Desde los 5 hasta los 13 años aproximadamente). Es
la etapa en la que el niño comienza su instrucción preescolar y escolar, el
niño está ansioso por hacer cosas junto con otros, de compartir tareas, de
hacer cosas o de planearlas, y ya no obliga a los demás niños ni provoca su
restricción. Posee una manera infantil de dominar la experiencia social
experimentando, planificando, compartiendo. Llega a sentirse insatisfecho y
descontento con la sensación de no ser capaz de hacer cosas y de hacerlas bien
y aún perfectas; el sentimiento de inferioridad, le hacen sentirse inferior
psicológicamente, ya sea por su situación económica- social, por su condición
"racial" o debido a una deficiente estimulación escolar, pues es
precisamente la institución escolar la que debe velar por el establecimiento
del sentimiento de laboriosidad.
5.Identidad frente a confusión de papeles
Durante la adolescencia, la transición de la
niñez a la edad adulta es sumamente importante. Los niños se están volviendo
más independientes, y comienzan a mirar el futuro en términos de carrera,
relaciones, familias, vivienda, etc. Durante este período, exploran las
posibilidades y comienzan a formar su propia identidad basándose en el
resultado de sus exploraciones. Este sentido de quiénes son puede verse
obstaculizado, lo que da lugar a una sensación de confusión sobre sí mismos y
su papel en el mundo.
6.Intimidad frente a aislamiento
En la adultez temprana, aproximadamente desde
los 20 a los 25 años, las personas comenzamos a relacionarnos más íntimamente
con los demás. Exploramos las relaciones que conducen hacia compromisos más
largos con alguien que no es un miembro de la familia. Completar con acierto
esta etapa puede conducir a relaciones satisfactorias y aportar una sensación
de compromiso, seguridad, y preocupación por el otro dentro de una relación.
Erikson atribuye dos virtudes importantes a la persona que se ha enfrentado con
éxito al problema de la intimidad: afiliación (formación de amistades) y amor
(interés profundo en otra persona). Evitar la intimidad, temiendo el compromiso
y las relaciones, puede conducir al aislamiento, a la soledad, y a veces a la
depresión.
7.Generatividad frente a estancamiento
Durante la edad adulta media, en una etapa que
dura desde los 25 hasta los 60 años aproximadamente, establecemos nuestras
carreras, establecemos una relación, comenzamos nuestras propias familias y
desarrollamos una sensación de ser parte de algo más amplio. Aportamos algo a
la sociedad al criar a nuestros hijos, ser productivos en el trabajo, y
participar en las actividades y organización de la comunidad. Si no alcanzamos
estos objetivos, nos quedamos estancados y con la sensación de no ser
productivos.
No alcanzar satisfactoriamente la etapa de
generatividad da lugar a un empobrecimiento personal. El individuo puede sentir
que la vida es monótona y vacía, que simplemente transcurre el tiempo y
envejece sin cumplir sus expectativas. Son personas que han fracasado en las
habilidades personales para hacer de la vida un flujo siempre creativo de
experiencia y se sienten apáticos y cansados.
8. Integridad
del yo frente a desesperación
Mientras envejecemos y nos jubilamos, tendemos a
disminuir nuestra productividad, y exploramos la vida como personas jubiladas.
Durante este periodo contemplamos nuestros logros y podemos desarrollar
integridad si consideramos que hemos llevado una vida acertada.
El concepto de «psicoanálisis»
designa, por una parte, aquel modelo teórico descriptivo y explicativo de los
mecanismos, procesos y fenómenos implicados en la vida anímica humana. Se basó
en el tratamiento clínico de pacientes que presentan neurosis, fobias y
diversos padecimientos psíquicos.
El
psicoanálisis permite que, a través de la libre asociación permita que el
analizarte reciba la consigna de decir libremente todo lo que se le ocurra,
incluso algunos que juzgue inútil, inadecuado, solo se le exige no omitir
ningún pensamiento aunque sea vergonzoso y penoso. El resultado será la reconstrucción
de la historia del sujeto a través de sus recursos reprimidos, lo que permite
una desaparición de síntomas.
El
psicoanálisis también permite que a
través se enfrente con dos problemas la resistencia y la transferencia. La
experiencia se convierte en la expresión de la transferencia.
Freud hace una formulación topográfica del psiquismo e
incluye en él tres sistemas: uno consciente; otro pre consciente, cuyos
contenidos pueden pasar al anterior; y otro inconsciente. Más tarde presenta
una nueva formulación del aparato psíquico que complementa a la anterior. En
esta formulación estructural el aparato psíquico está formado por tres
instancias: el ello, instancia inconsciente que contiene todas las pulsiones y
se rige por el denominado principio de placer; el yo, que tiene contenidos en
su mayoría conscientes, pero puede contener también aspectos inconscientes, se
rige por el principio de realidad y actúa como intermediario entre el ello y la
otra instancia del aparato psíquico.
Sigmund Freud
desarrolla la influencia teoría del desarrollo psicosexual, esta teoría divide el
desarrollo del individuo en cinco fases diferentes que se producen durante toda
la vida. Freud creía que cada etapa debía ser superada con éxito porque de lo contrario el individuo quedaría
obsesionado con cada fase y esto generaría conflictos a lo largo de la vida.
Fase oral
La fase
oral comienza con el nacimiento y continúa durante los primeros 18 meses de
vida. Esta primera etapa del desarrollo se caracteriza por los aspectos físicos
de succión, que abarcan la boca, la lengua y los labios. En esta fase de la
vida, la succión equivale a la alimentación y la comodidad. Los individuos que
no superan esta etapa tendrán fijación oral y serán propensos a comer en
exceso, a al bebida alcohólica, al cigarrillo o a comerse las uñas.
Fase anal
La fase
anal del desarrollo se produce entre los 18 meses y los tres años de edad. se
centra en la necesidad de control intestinal, la fijación de esta etapa puede
conducir la personalidades anales retentivas, si los padres fueran demasiados
estrictos u obsesivos con la limpieza o el orden, o personalidades anales explosivas, si los
padres no fueran estrictos, sino descuidado y desordenados.
Fase fálica
Comienza
con los 3 años y se extiende hasta los seis años, la atención el niño se centra
en los genitales, especialmente en el pene.
Los niños y las niñas se preguntan porque las mujeres no tienen pene. A
lo largo de esta etapa los hombres comienzan a experimentar sentimientos
sexuales hacia sus madres; ven a sus padres como competidores y temen ser
castrados, proceso que resulta en el complejo de Edipo. Luego las niñas se
identifican con sus padres y reprimen los sentimientos hacia sus madres para
dejar atrás la fase. La obsesión es esta fase
genital, puede conducir a la deviación sexual o a la identificación con
identidades sexuales débiles y confusas.
Fase de
latencia
Se
desarrolla entre los 6 años y el inicio de la pubertad. Esta fase no es de
hecho una etapa dentro del desarrollo psicosexual de individuo, a diferencia de
otras. Por el contrario, es un periodo de inactividad, durante el cual los
niños por lo general juegan con los niños de su mismo sexo. Los impulsos
sexuales del individuo permanecen reprimidos a lo largo de esta fase, desde el
punto de vista de Freud.
Fase genital
Se
desarrolla después del comienzo de la pubertad. Una vez más, el centro de
atención recae en los genitales. Si el progresó con éxito las fases anteriores,
serian capaz de entablar relaciones heterosexuales satisfactorias, según las
teorías de Freud. Sin embargo, si el individuo permanece obsesionado con las fases
anteriores, sobre todo la etapa fálica, tendrá problemas para establecer
relaciones saludables, desde el punto de vista de Freud. Quienes alcanzan la etapa genital se convierten en
individuos adaptados y equilibrados.
Se basó en dos aspectos del razonamiento moral par formular
su teoría.
Etapa pre moral
Esta etapa abarca los cinco primeros años de la
vida del niño, cuando aún no tiene mucha conciencia o consideración por las
reglas. De los dos a los seis años los niños son capaces de representar las
cosas y las acciones por medio del lenguaje, esto les permite recordar sus
acciones y relatar sus intenciones para el futuro. Sin embargo, no pueden aún
realizar razonamientos abstractos, por lo que no pueden comprender el
significado de las normas generales. Esto hace que las vean como cosas
concretas imposibles de variar que se han de cumplir en su sentido literal.
Estas normas son, además, exteriores a los niños, impuestas por los adultos,
por lo tanto la moral se caracteriza en esta fase de desarrollo por la
heterónoma.
Etapa heterónoma o del realismo moral
Esta etapa se da entre los 5 y los 10 años. Los
niños en esta edad tienden a considerar que las reglas son impuestas por
figuras de autoridad poderosas, como podrían ser sus padres, Dios o la policía.
Piensan además que las normas son sagradas e inalterables, abordan cualquier
asunto moral desde una perspectiva dicotómica de bien o mal, y creen en una
justicia inminente, es decir, que piensan que cualquier mal acto, tarde o
temprano será castigado. De los siete a los once años, los niños adquieren la
capacidad de realizar operaciones mentales con los objetos que tienen delante.
No pueden aún hacer generalizaciones abstractas pero se dan cuenta de la
reversibilidad de algunos cambios físicos y de las posibilidades del
pensamiento para detectar relaciones entre las cosas. Las normas dejan de ser
vistas como cosas reales que tienen su origen en una autoridad absoluta y
exterior -los adultos- y comienzan a basarse en el respeto mutuo entre los
compañeros de juego, los iguales. De aquí surge la noción de la
convencionalidad de las normas o reglas de los juegos, que son vistas como
productos de acuerdos entre los jugadores. Surgen sentimientos morales como la
honestidad -necesaria para que los juegos funcionen- y la justicia.
Etapa autónoma
A partir de los 10 años los niños ya se percatan de
que las reglas son acuerdos arbitrarios que pueden ser impugnados y modificados
con el consentimiento de las personas a las que rigen. Creen que las reglas
pueden ser violadas para atender las necesidades humanas y tienen en cuenta la
intencionalidad del actor más que las consecuencias del acto. Han aprendido que
algunos crímenes pasan desapercibidos y no son castigados. De los doce años en
adelante los niños sufren cambios biológicos y psicológicos radicales. Se
produce la maduración sexual, pero también una maduración biológica general que
potencia el desarrollo intelectual y moral. Los niños, en esta etapa, se
convierten en adolescentes y sus estructuras de conocimiento permiten ya las
generalizaciones y la realización de operaciones mentales abstractas. Los
conceptos se integran en sistemas de proposiciones y se aprende a pasar de lo
particular a lo general y de lo general a lo particular. En esta etapa surgen
sentimientos morales personalizados, como la compasión o el altruismo, que
exigen la consideración de la situación concreta del otro como un caso particular
de la aplicación de las normas. Gracias a esto, la rigidez de aplicación de las
normas y conceptos morales, propia del estado anterior, desaparece,
completándose el paso de la presión adulta al control individual de la propia
conducta. El adolescente formula principios morales generales y los afirma de
un modo autónomo frente a las normas exteriores. El respeto a estas últimas se
realiza de un modo personal.
Teoría del desarrollo moral
SEGÚN
KOHLBERG
Kohlberg comparte con Piaget la creencia en que la
moral se desarrolla en cada individuo pasando por una serie de fases o etapas.
Estas etapas son las mismas para todos los seres humanos y se dan en el mismo
orden, creando estructuras que permitirán el paso a etapas posteriores. Sin embargo,
no todas las etapas del desarrollo moral surgen de la maduración biológica como
en Piaget, estando las últimas ligadas a la interacción con el ambiente. El
desarrollo biológico e intelectual es, según esto, una condición necesaria para
el desarrollo moral, pero no suficiente. Además, según Kohlberg, no todos los
individuos llegan a alcanzar las etapas superiores de este desarrollo. 1
El desarrollo moral comenzaría con la etapa cero,
donde se considera bueno todo aquello que se quiere y que gusta al individuo
por el simple hecho de que se quiere y de que gusta. Una vez superado este
nivel anterior a la moral se produciría el desarrollo según el esquema que
presentamos a continuación.
NIVEL I: MORAL
PRECONVENCIONAL:
Etapa 1: el castigo
y la obediencia (heteronomía).
El punto de vista propio de esta etapa es
el egocéntrico, no se reconocen los intereses de los otros como diferentes a
los propios. Las acciones se consideran sólo físicamente, no se consideran
las intenciones, y se confunde la perspectiva de la autoridad con la propia.
Lo justo es la obediencia ciega a la
norma, evitar los castigos y no causar daños materiales a personas o cosas.
Las razones para hacer lo justo son
evitar el castigo y el poder superior de las autoridades.
Etapa 2: el
propósito y el intercambio (individualismo).
La perspectiva característica de esta
etapa es el individualismo concreto. Se desligan los intereses de la autoridad
y los propios, y se reconoce que todos los individuos tienen intereses que
pueden no coincidir. De esto se deduce que lo justo es relativo, ya que está
ligado a los intereses personales, y que es necesario un intercambio con los
otros para conseguir que los propios intereses se satisfagan.
Lo justo en esta etapa es seguir la norma
sólo cuando beneficia a alguien, actuar a favor de los intereses propios y
dejar que los demás lo hagan también.
La razón para hacer lo justo es
satisfacer las propias necesidades en un mundo en el que se tiene que reconocer
que los demás también tienen sus necesidades e intereses.
NIVEL II: MORAL
CONVENCIONAL
Etapa 3:
expectativas, relaciones y conformidad interpersonal (mutualidad).
La perspectiva de esta etapa consiste en
ponerse en el lugar del otro: es el punto de vista del individuo en relación
con otros individuos. Se destacan los sentimientos, acuerdos y expectativas
compartidas, pero no se llega aún a una generalización del sistema.
Lo justo es vivir de acuerdo con lo que
las personas cercanas a uno mismo esperan. Esto significa aceptar el papel de
buen hijo, amigo, hermano, etc. Ser bueno significa tener buenos motivos y
preocuparse por los demás, también significa mantener relaciones mutuas de
confianza, lealtad, respeto y gratitud.
La razón para hacer lo justo es la
necesidad que se siente de ser una buena persona ante sí mismo y ante los
demás, preocuparse por los demás y la consideración de que, si uno se pone en
el lugar del otro, quisiera que los demás se portaran bien.
Etapa 4: sistema
social y conciencia (ley y orden).
El punto de vista desde el cual el
individuo ejerce su moral se identifica en esta etapa con el del sistema social
que define los papeles individuales y las reglas de comportamiento. Las
relaciones individuales se consideran en función de su lugar en el sistema
social y se es capaz de diferenciar los acuerdos y motivos interpersonales del
punto de vista de la sociedad o del grupo social que se toma como referencia.
Lo justo es cumplir los deberes que
previamente se han aceptado ante el grupo. Las leyes deben cumplirse salvo
cuando entran en conflicto con otros deberes sociales establecidos. También se
considera como parte de lo justo la contribución a la sociedad, grupo o
instituciones.
Las razones para hacer lo que está bien
son mantener el funcionamiento de las instituciones, evitar la disolución del
sistema, cumplir los imperativos de conciencia (obligaciones aceptadas) y
mantener el autor respeto.
NIVEL III: MORAL
POSTCONVENCIONAL O BASADA EN PRINCIPIOS.
Las
decisiones morales en este nivel tienen su origen en el conjunto de principios,
derechos y valores que pueden ser admitidos por todas las personas que componen
la sociedad, entendiéndose ésta como una asociación destinada a organizarse de
un modo justo y beneficioso para todos sin excepción.
Etapa 5: derechos previos y contrato social
(utilidad).
En esta etapa se parte de una perspectiva
previa a la de la sociedad: la de una persona racional con valores y derechos
anteriores a cualquier pacto o vínculo social. Se integran las diferentes
perspectivas individuales mediante mecanismos formales de acuerdo, contrato,
imparcialidad y procedimiento legal. Se toman en consideración la perspectiva
moral y la jurídica, destacándose sus diferencias y encontrándose difícil
conciliarlas
Lo justo consiste en ser consciente de la
diversidad de valores y opiniones y de su origen relativo a las características
propias de cada grupo y cada individuo. Consiste también en respetar las reglas
para asegurar la imparcialidad y el mantenimiento del contrato social. Se suele
considerar una excepción por encima del contrato social el caso de valores y
derechos como la vida y la libertad, que se ven como absolutos y deben, por
tanto, respetarse en cualquier sociedad, incluso a pesar de la opinión
mayoritaria.
La motivación para hacer lo justo es la
obligación de respetar el pacto social para cumplir y hacer cumplir las leyes
en beneficio propio y de los demás, protegiendo los derechos propios y los
ajenos. La familia, la amistad, la confianza y las obligaciones laborales se
sienten como una parte más de este contrato aceptado libremente. Existe interés
en que las leyes y deberes se basen en el cálculo racional de la utilidad
general, proporcionando el mayor bien para el mayor número de personas.
En esta última etapa se alcanza por fin
una perspectiva propiamente moral de la que se derivan los acuerdos sociales.
Es el punto de vista de la racionalidad, según el cual todo individuo racional
reconocerá el imperativo categórico de tratar a las personas como lo que son,
fines en sí mismas, y no como medios para conseguir ninguna ventaja individual
o social.
Lo que está bien, lo justo, es seguir los
principios éticos universales que se descubren por el uso de la razón. Las
leyes particulares y acuerdos sociales son válidos porque se basan en esos
principios y, si los violaran o fueran en contra de ellos, deberá seguirse lo
indicado por los principios. Los principios son los principios universales de
la justicia: la igualdad de derechos de los seres humanos y el respeto a su
dignidad de individuos. Éstos no son únicamente valores que se reconocen, sino
que además pueden usarse eficientemente para generar decisiones concretas.
La razón para hacer lo justo es que,
racionalmente, se ve la validez de los principios y se llega a un compromiso
con ellos. Este es el motivo de que se hable de autonomía moral en esta etapa.